Compliance y protocolo de actuación

Ernesto Talens

Compliance | Sostenibilidad

Se ha puesto de manifiesto que los protocolos de actuación, en la actualidad, son de máxima importancia y no una cosa sin trasfondo. Por ello, en este artículo, exploraremos la relación entre los protocolos de actuación y el compliance, así como su impacto en el fortalecimiento del marco de gobernanza empresarial.

La importancia de los protocolos de actuación y las políticas de compliance ha crecido exponencialmente debido al incremento de la regulación, la globalización de los negocios y la creciente demanda de transparencia por parte de los stakeholders. Estos dos elementos son fundamentales para la gestión del riesgo corporativo y para garantizar la integridad y sostenibilidad de las organizaciones.

1. ¿Qué son los Protocolos de Actuación?

Los protocolos de actuación son documentos internos que definen de forma detallada los procedimientos, las pautas y las directrices que deben seguir los empleados y directivos en determinadas situaciones. Estos protocolos son herramientas clave para asegurar que las acciones de los miembros de la organización estén alineadas con los objetivos estratégicos y valores corporativos.

Los ejemplos más comunes de protocolos de actuación incluyen:

– Protocolo de respuesta ante crisis.
– Protocolo de atención al cliente.
– Procedimientos para la prevención del acoso laboral.
– Protocolos de seguridad y salud ocupacional.

Los objetivos principales en los protocolos de actuación son:

– Estandarizar procesos y minimizar errores humanos.
– Asegurar la conformidad con normativas internas y externas.
– Proteger la reputación de la empresa.
– Reducir la exposición a riesgos legales y financieros.

2. La Interrelación entre los Protocolos de Actuación y el Compliance

Los protocolos de actuación y el compliance no deben verse como elementos aislados, sino como componentes integrados dentro del sistema de gobernanza corporativa. La relación entre ambos es complementaria y sinérgica, ya que los protocolos de actuación son, en muchos casos, la manifestación operativa de las políticas de compliance.

Algunos ejemplos de esta interrelación son:
– Protocolos Anti-Soborno y Anti-Corrupción.
– Protocolos de Protección de Datos.
– Protocolos de Respuesta a Incidentes de Ciberseguridad.

Al documentar cómo deben actuar los empleados en diversas situaciones, los protocolos de actuación permiten que las organizaciones cumplan con las normativas vigentes y demuestren su compromiso con el compliance.

3.  Los beneficios de Integrar Protocolos de Actuación con el Programa de Compliance.

La integración de los protocolos de actuación con las políticas de compliance ofrece numerosos beneficios, que incluyen:

Reducción del Riesgo Legal: Al asegurar que todos los procedimientos sigan un marco normativo, se minimizan las posibilidades de sanciones y multas.
Mayor Eficiencia Operativa: La estandarización de procesos facilita la toma de decisiones y mejora la eficiencia operativa, lo que resulta en una reducción de costos.
Fomento de una Cultura Ética: Los empleados son más conscientes de sus responsabilidades legales y éticas, lo que reduce el riesgo de comportamientos inadecuados.
Mejora de la Reputación Corporativa: El cumplimiento estricto de los protocolos y las políticas de compliance refuerza la confianza de los stakeholders y mejora la imagen pública de la organización.

Implementar protocolos de actuación efectivos alineados con un sólido programa de compliance permite a las empresas no solo protegerse contra riesgos legales, sino también crear valor sostenible para todas sus partes interesadas.
 

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